El 20 de octubre de 1886, tres empresarios de origen alemán decidieron unir las cervecerías boliviana y americana para consolidar una industria que, de allí en adelante, no ha parado de crecer y de aportar al desarrollo de nuestro país. Se trata de la Cervecería Boliviana Nacional (CBN).
Al comenzar el siglo XX, la fábrica se instaló cerca de la estación del tren, la puerta de entrada a la ciudad. En poco tiempo, su calidad era conocida en todo Bolivia y su denominación de origen le dio el nombre a la que ahora es la marca insignia de la companía: Paceña.
Estos trascendentales acontecimientos fueron celebrados por los ejecutivos de la industria cevecera en sus 135 años, en una recepción ofrecida en el hotel Casa Grande.
«En un contexto marcado por la crisis sanitaria, nuestras plantas de producción tuvieron que parar, pero pusimos toda nuestra capacidad logística para apoyar a quienes se encuentran en la primera línea de defensa contra el Covid-19. Nuestros camiones dejaron de transportar cerveza para llevar nuestra solidaridad al pueblo boliviano», dijo Tiago Menezes, gerente General de la CBN. a tiempo de señalar que la capacidad de resiliencia de la empresa y el espíritu innovador del equipo de trabajo los impulsó a la transformación digital, para construir un futuro sostenible, a través de productos que «conectan, inspiran y enorgullecen a Bolivia».
La misma noche hubo reconocimientos de parte de autoridades departamentales y organizaciones empresariales para la CBN.
Brindis, cena y música en vivo fueron los complementos que marcaron este nuevo aniversario de la industria cervecera.
