El invitado de lujo hoy en Cvltvral es un habilidoso y muy carismático escritor, novelista y cuentista paceño cuyos estudios en literatura los llevó a cabo en la UMSA; tiene la especialidad en maestría en literatura latinoamericana y a lo largo y ancho de su carrera destacan varios hechos como ser el ganador del Premio “Franz Tamayo”, solo por mencionar algo. En esta exclusiva conocemos más de este virtuoso de las letras que desentraña su carrera y, en menor medida, su vida… sean todos bienvenidos al show.
¿Cómo te definirías en una frase?
Paceño, hijo de Truddy y Mario.
¿Cuál fue el primer texto que despertó tu amor por la lectura?
Gracias a una tía leí desde niño. De esa edad recuerdo sobre todo la colección “Barco de Vapor” y dentro de esta el libro “El mensaje de mese Zamaor”, que pese a que he olvidado casi toda su trama, recuerdo el título con claridad. Ya de una manera más consciente, me deslumbró el cuento “La noche boca arriba” de Julio Cortázar. Recuerdo que al leerlo algo me punzó y me cambió para siempre. Y me dirigió hacia la lectura.
¿Qué autores han sido los más influyentes en tu estilo como escritor?
Creo que mi estilo ha ido cambiando con los años. Mi búsqueda escritural es ecléctica y se adapta a lo que me esté interesando en el momento. Ahora recibo la influencia de Denis Johnson, Mariana Enríquez, Shirley Jackson, Mavis Gallant, John Cheever y Adolfo Bioy Casares, entre varios. Estos de manera consciente. Me imagino que debe haber otras influencias más que no detecto.
¿En qué momento decides dedicarte profesionalmente a las letras?
Al momento de decidir qué iba a estudiar yo ya sabía desde el colegio que quería estudiar Literatura. Luego ya en la Carrera de Literatura de la UMSA supe que eso era lo que quería hacer en mi vida. En esos años empecé a escribir seriamente y a leer de manera más rigurosa. De ahí no paré y sigo.
¿Fue la literatura que te halló a ti, tú a ella o coincidieron de manera perfecta en el devenir de la vida?
Me imagino que yo hallé la literatura. No solo. Mucho de la mano de la tía que te mencioné antes que me compraba libros desde niño y me impulsaba a leerlos. Mucho por curiosidad.
¿Cuántas publicaciones llevas en tu haber hasta la fecha?
He publicado una novela corta (Los abismos posibles, 2011), una novela (Sombras de Hiroshima, 2017) y algunos cuentos en distintas antologías y revistas digitales, no sé cuántos cuentos serán. Me pasa lo mismo con artículos de crítica literaria, no sé cuántos son. Además, fui parte del colectivo de investigación “La crítica y el poeta” con el que publiqué seis textos sobre poetas bolivianos en seis volúmenes. El colectivo ha seguido publicando libros monográficos sobre poetas bolivianos.
¿Cuál es tu mayor reto creativo al momento de escribir?
Eso mismo: escribir. Hacerlo. Me cuesta harto escribir. Y soy muy disperso. Así que el otro reto es poder concentrarme. Tiendo de manera peligrosa y continua a la procrastinación.
Llevas ya bastante tiempo como escritor ¿En qué aspectos dirías que has ido evolucionando desde tus primeros escritos?
No sé si haya evolucionado. Tal vez lo que he leído durante estos años me ha afectado y me ha cambiado. La evolución implica un avance o una mejora y creo que en las artes no hay eso. Más bien son posibilidades y ramificaciones. He tratado de depurar mi escritura y he reflexionado mucho sobre ella.
¿En qué género literario que aún no haya ahondado te gustaría escribir?
No sé. Me siento muy cómodo en la narrativa. Me gustaría escribir guiones, aunque ese formato se esfuma al momento de filmar o de dibujar, así que no son un género literario como tal. Sería otro formato.
¿Cómo defines la experiencia de dar docencia y pasar tus conocimientos y “mañas” literarias a futuros colegas?
Me parece que es una experiencia que te impulsa a conocer más de manera rigurosa y, sobre todo en talleres de escritura creativa, te permite reflexionar mucho sobre tu hacer, sobre tu escritura. La palabra “maña” me parece genial. Cada uno tiene las suyas al momento de escribir. No se las puede pasar a otros u otras escritoras, lo que creo que sí se puede es despertar preguntas, dudas y posibilidades que lleven a quien escriba a descubrir sus propias mañas.
“Las Razones del Ojo” es un plaquette de relatos breves y uno de tus trabajos más recientes ¿Cómo se dio la selección en la convocatoria de la Fundación
Cultural del Banco Central de Bolivia?
La convocatoria salió el anterior año. Como hace rato no publicaba ni terminaba ningún proyecto, decidí escribir relatos muy breves que se enfocaran más en mostrar o narrar que en describir. Escenas de situaciones muy cotidianas de ciertos personajes que ocultaran un maremoto interior que no fuera obvio.
¿Tienes planeado realizar una nueva publicación en esta segunda mitad de este pandémico año?
Sí. Estoy preparando un volumen de cuentos que saldrá en los siguientes meses. Ojalá pronto. Es una mezcla de cuentos breves y cuentos largos que coquetean un poco con el género de horror.
Checklist:
3 libros inolvidables:
– Cuentos completos de John Cheever
– David Boring de Daniel Clowes
– La furia de Silvina Ocampo
3 películas imperdibles:
– Magnolia de Paul Thomas Anderson
– Sunset Boulevard de Billy Wilder
– La ciénaga de Lucrecia Martel
3 escritores que más admires:
– Denis Johnson
– Wilmer Urrelo
– Silvina Ocampo
3 cosas esenciales en la vida:
– Buena comida y buenos tragos
– Videojuegos e internet
