La pandemia promovió la innovación e inversión en el sector de salud y las certificaciones de calidad jugaron un rol importante a la hora de elaborar un producto, como los barbijos, para que reciban el visto bueno para su comercialización en el mercado nacional, así como internacional. Laboratorio Industrial de Dispositivos Médicos “Mundo Sano y Biosegurity” pasó por este proceso para incursionar en el mercado interno.
Desde que comenzó la pandemia se ha hablado mucho del uso del barbijo, pero nunca de la variedad de quirúrgicos que existen y sobre todo de la barrera de protección que tienen y que cada Gobierno debería cuidar celosamente para velar por la salud de su población, en particular en tiempos de crisis sanitarias.
“La normativa 14683 de 2019 es la única en el mundo que rige el diseño y pruebas que necesita un barbijo quirúrgico tipo IIR que se diferencia de otros tipos de barbijos quirúrgicos de tipo 1 ó tipo 2 por la capacidad y resistencia a la salpicadura de sangre y saliva, entre otras características. Cleris es fabricado en salas totalmente limpias y tiene varias certificaciones desde su materia prima hasta el acabado final”, enfatizó la gerente de la empresa boliviana, Flavia Giménez.
Emprendimiento
“El emprendimiento nace durante la pandemia ante la ausencia de barbijos fabricados en Bolivia y ante la dependencia de productos chinos que llegaban tarde y sin calidad certificada. Un grupo de socios decide invertir para que nuestro país cuente con los barbijos quirúrgicos Cleris IIR de calidad, que se constituye la barrera de protección para controlar la pandemia según la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, explicó Flavia Giménez.
Se invirtió cientos de miles de dólares para montar una planta de estas características de alta calidad que es una realidad gracias a profesionales bolivianos y maquinaria, con tecnología boliviana y europea. La materia prima tiene certificación internacional y los ambientes de la fábrica están libres de contaminación.
“Se ha generado empleos directos a 17 personas que trabajan por turnos, de los cuales el 50 por ciento son profesionales bolivianos y el 50 restante son operarios formados técnicamente que siguen una capacitación continua en las buenas prácticas de manufactura. En forma indirecta se tiene de 200 a 300 empleos con los promotores a nivel nacional”, agregó la gerente.
Mercado
En principio se pensó en el mercado boliviano para el sector salud que lucha en primera línea para que cuente con una protección segura de calidad, pero luego vio que este producto llegue a todos los bolivianos y más que tenga una certificación internacional que le permita exportar a países vecinos un producto boliviano altamente competitivo.
“Hemos pensado a la inversa de lo que normalmente se hace pues muchas industrias primero nacen en Bolivia y luego se expanden al exterior. En este caso Cleris obtuvo en junio el Registro Sanitario de Bolivia y en Julio la Certificación a nivel global para exportar. A nivel latinoamericano son 6 empresas que hacen barbijos quirúrgicos IIR en países vecinos como Chile y Argentina, pero nuestro producto es competitivo en calidad y precio”, destacó Giménez.
Al momento, los barbijos bolivianos ya tienen su primer pedido de exportación al Perú para el personal médico y se están sosteniendo acercamientos con otros países como Chile y Colombia entre otros que han mostrado interés por este producto.
Elaboración
La fábrica de Barbijos Quirúrgicos Cleris IIR es el pionero en su género en el país pues fue instalado con infraestructura GMP que cumple con la normativa internacional que exige las buenas prácticas de la manufactura que son las mismas que regulan la fabricación de medicamentos en las que se deben contar con áreas clasificadas en alta limpieza.
“La fabricación inicia con la recepción de la materia prima certificada en los almacenes con tela azul que es la primera barrera de protección, la segunda capa del barbijo cuyo gramaje y filtro es superior y la tercera capa que es la interna que es suave, las tres capas juntas forman pliegues y luego pasan al sellado y posterior colocación de bandas elásticas en tallas que son S, M y L y son embolsadas en 5 unidades”, explicó la doctora Lurdes Aquino, responsable del control de calidad de la empresa.