Por donde fue, el campeón-como era conocido Armin Franulic se hacía querer. No hay un lugar donde no haya dejado huella, por eso su fallecimiento causó profundo pesar. El último club con el que compartió anécdotas y recuerdos fue La Rosca, donde estaban compañeros de la ruta y de los quehaceres por el amor de su vida, como fue el automovilismo. La Rosca, escribió lo siguiente en su necrológico: “Se nos fue Armin Franulic. El que era sinónimo del automovilismo deportivo boliviano. El que le dio auténtico sentido a la magia que engloba el camino, misterio, competencia, coraje y ganas de vivir. Se nos fue de golpe, casi sin avisar, sin que pudieramos decirle lo mucho que significaba para nosotros. Lo mucho que necesitabamos . Lo que tanto lo extrañaremos. La Rosca se queda sin director, pero con una huella profunda de la que no debemos salir. Se nos fue Armin, el que soñaba noche a noche en una Clase que atrajera cada vez al fanático a su pasión. Una desaparición que jamás podrás ser llenada. Se nos fue Armin, el que era sinónimo de automovilismo deportivo. Armincho, siempre en nuestro corazón. Nunca estarás ausente”.
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