El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, anunció la activación de mecanismos de cooperación interinstitucional entre agencias antinarcóticos de Bolivia y Brasil para verificar la posible presencia de 146 integrantes de la organización criminal brasileña Primer Comando de Capital (PCC), como señala un informe del Ministerio Público de Sao Paulo.
“Hemos podido conocer, a partir de los medios de comunicación, este informe (…). Inmediatamente, se ha instruido a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) realizar las acciones y coordinaciones correspondientes (con sus pares en Brasil) en el marco de la cooperación internacional”, informó Ríos, citado por ABI.
El ministro aclaró que se aguarda acceder a información oficial en la que se basó el informe, a objeto de poder concretar reuniones y delimitar acciones con otros países.
Según el informe difundido por medios brasileños, Bolivia ocupa el tercer lugar entre 28 países con presencia de miembros de esta organización criminal —una de las más peligrosas de América Latina—, por debajo de Paraguay y Venezuela.
Del total de estos miembros en territorio boliviano, 75 se encuentran privados de libertad y 71 están en libertad, lo que indica una expansión del crimen organizado tanto fuera como dentro del sistema penitenciario, de acuerdo con el documento del gobierno brasileño. Asimismo, fuentes del vecino país afirmaron que el PCC es altamente eficiente en el control de cárceles.
El estudio sobre la actividad del PCC a nivel internacional reveló que su estrategia no se centra en el control territorial a través de la violencia, sino en la infiltración en redes locales, generalmente a través de alianzas con clanes familiares vinculados al narcotráfico, lo que permite articular operaciones “bajo el radar”, sobre todo en estados con una institucionalidad frágiles.
Por otra parte, el Informe Mundial sobre Drogas 2025 de Naciones Unidas (Unodc) coincide en que clanes bolivianos están involucrados en el transporte, almacenamiento y lavado de dinero en la cadena global del narcotráfico, sin necesidad de tener control territorial. Según la ONG, este modus operandi favorece la cooperación del PCC con organizaciones criminales transnacionales.
De acuerdo con el reporte brasileño, el PCC cuenta con más de 2.000 integrantes fuera de Brasil, extendidos a lo largo de 28 países en todo el mundo, de los cuales poco más de la mitad (1.092) están en prisión.
El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, resaltó que ambos países mantienen una “estrecha” coordinación que permitió la captura de más de 150 ciudadanos brasileños en operativos simultáneos en zonas fronterizas.
“Fruto de ese trabajo coordinado, en cuatro años y ocho meses de gestión se han aprendido a 154 brasileños en nuestro territorio nacional vinculados a actividades ilícitas del narcotráfico”, agregó Mamani. Sin embargo,
En entrevista con Red Uno, el experto en seguridad y defensa, Jorge Santisteban, afirmó que la expansión del crimen organizado y la presencia de cárteles en el país ya no se puede seguir negando, pues hacerlo es un acto de “negligencia” que pretende tapar una realidad inminente.