Tras salir del Centro de Detención Federal de Miami en Estados Unidos, el exministro de Gobierno boliviano, Arturo Carlos Murillo Prijic, habría quedado bajo custodia de un centro de migrantes en Florida; en Bolivia, enfrenta al menos ocho procesos judiciales por presuntas irregularidades durante su gestión en el gobierno de Jeanine Añez (2020).
La liberación del conciudadano fue confirmada ayer por el abogado y activista de derechos humanos, Thomas Becker, quien en su cuenta de X publicó: “La prisión federal en EEUU liberó a Arturo Murillo el 20 de junio. Ahora no sabemos su paradero, aunque lo más probable es que se encuentre en un centro de detención de migrantes”.
Por su parte, el sistema penitenciario estadounidense confirmó que el exministro de 61 años cumplió su condena por lavado de dinero y soborno y ya no está bajo custodia de la BOP desde el viernes 20 de junio, según indica su número de registro 02358-506.
No obstante, el sitio web oficial de la BOP aclaró que, cuando un interno es liberado sin especificar su nueva ubicación, puede deberse a que continúa bajo custodia de otra entidad gubernamental o federal, como las autoridades migratorias de Estados Unidos.
Fuentes consultadas por el diario cruceño El Deber informaron que Murillo es custodiado con un grillete electrónico y que su ubicación exacta no fue revelada, con lo cual su paradero continúa siendo desconocido hasta el cierra de la presente edición.
La ministra de Justicia, Jessica Saravia, informó que el Gobierno boliviano efectuó todas las gestiones necesarias para tramitar la extradición de Murillo, en virtud de que enfrenta ocho procesos ante la justicia nacional: “Hemos venido realizando las acciones necesarias para que el señor Murillo pueda estar en Bolivia a cumplir con los procesos que tiene, en el marco de nuestra responsabilidad”.
¿AHORA LIBERADO, SERÁ DEPORTADO?
Aunque el Gobierno aguarda la deportación del sentenciado para que enfrente a la justicia boliviana, admite que las autoridades estadounidenses son las que definirán el curso de las solicitudes realizadas, lo que pone en duda si Murillo será efectivamente devuelto al país.
En enero de 2023, Murillo fue condenado a 70 meses de cárcel en EEUU, luego de declararse culpable ante la justicia estadounidense en octubre de 2022 al admitir su participación en un esquema de lavado de activos y sobornos por la compra de gases lacrimógenos con sobreprecio.
En abril del año pasado, un tribunal de Miami le impuso una indemnización al Estado boliviano por más de 6,2 millones de dólares.
Aunque su condena estaba fijada a cumplirse en septiembre de 2028, su liberación prematura puede estar relacionada con una reducción de la pena por buena conducta y otras disposiciones del sistema penitenciario norteamericano que de momento no fueron confirmadas.
En Bolivia, el exministro de Gobierno durante la gestión de Jeanine Añez (2020) enfrenta ocho procesos penales activos en diferentes etapas procesales, según informó el fiscal, Omar Mejillones.
Dos causas están en juicio y otras dos en fase preparatoria, mientras que, en otros dos casos relacionados con la compra irregular de equipos antidisturbios (como los casos “Gases Lacrimógenos” y el caso “Gases de Ecuador”), ya fue sentenciado a cinco y ocho años de prisión, respectivamente.