miércoles, junio 18, 2025
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Bolivia sumida en la incertidumbre

Colapso en surtidores pese a anuncios oficiales de suministro

La crisis por la escasez de combustibles en Bolivia ha alcanzado un punto crítico, con reportes generalizados de surtidores colapsados y filas kilométricas en las principales ciudades del país. A pesar de los reiterados anuncios del Gobierno sobre la llegada de millones de litros de gasolina y diésel, la realidad la realidad en las calles revela un panorama de persistente desabastecimiento que genera caos vehicular y profundas pérdidas económicas para miles de bolivianos.

Se han emitido comunicados anunciando la llegada de buques y cisternas con volúmenes significativos de carburantes, buscando generar certidumbre en la población. Sin embargo, la brecha entre los anuncios y la disponibilidad real en los surtidores persiste, alimentando la desconfianza y la desesperación.

Los anuncios del “esfuerzo” gubernamental para la provisión de carburantes se caen ante la evidencia de que esta situación está lejos de ser una verdad concreta.

Solo para tomar una muestra de esto son los anuncios que colocan los responsables del manejo de las estaciones de servicio.

Por ejemplo, en la ciudad de La Paz, la estación Servicios Automóvil Club Boliviano ayer publicó lo siguiente: “Estimados usuarios. Informamos que, hasta el momento, la cisterna de gasolina asignada a nuestra estación de servicio A.C.B Calacoto y San Jorge aún se encuentra en espera en planta. No contamos con una hora estimada de salida ni de llegada del producto, ya que este proceso depende de la disponibilidad de saldos por parte de YPFB. Cualquier novedad o actualización será comunicada oportunamente a través de este medio”.

Por su parte, la estación Virgen de los Álamos SRL, dio a conocer a través de su grupo de WhatsApp lo siguiente: “Lamentamos comunicar que hoy no nos entregaran el combustible. Pese a que nuestro personal hizo todos los esfuerzos. Gracias por su comprensión.

Pasadas las 19:52 horas ambas gasolineras reportaron que “recién” estaban bajando cisternas con combustible.

Hace cinco semanas, conductores de vehículos particulares, del transporte público y de carga pesada, se han visto obligados a soportar esperas que en muchos casos se extienden por días enteros para poder acceder a los carburantes.

En La Paz, El Alto, Santa Cruz, Cochabamba y otras capitales departamentales, la escena es casi idéntica: extensas filas de vehículos que congestionan vías, bloquean el tráfico y perturban la rutina urbana.

“Llevo esperando desde ayer a mediodía y recién estoy a unos diez autos del surtidor. Esto es insostenible”, lamenta Juan Carlos Mamani, taxista en El Alto, mientras su vehículo avanza a paso de tortuga. «Cada día que estoy aquí, es un día que no puedo trabajar, no puedo llevar el pan a mi casa. ¿De qué sirven los anuncios si no hay gasolina en el tanque?».

La situación se agrava con el impacto directo en la economía. Sectores clave como el transporte, la agricultura y la distribución de productos se ven seriamente afectados.

Las horas perdidas en las filas se traducen en menos viajes, menos cosechas transportadas y menos entregas de mercadería, lo que repercute en mayores costos y, en última instancia, en un encarecimiento de los productos para el consumidor final.

Las pequeñas y medianas empresas, que dependen del combustible para su operación diaria, son las más vulnerables a este escenario.

El Gobierno, a través de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y el Ministerio de Hidrocarburos y Energías, ha atribuido la situación a factores como la alta demanda, problemas logísticos en la importación y bloqueos en carreteras.

Mientras las filas se extienden y la paciencia de los conductores se agota, la presión social sobre las autoridades crece. La ciudadanía exige no solo soluciones paliativas a la crisis actual, sino una estrategia a largo plazo que garantice la seguridad energética del país y evite que Bolivia se siga ahogando en la incertidumbre del desabastecimiento de combustibles.

MÁS INFORMACIÓN: ECONOMÍA

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