Por. Equipo editor
Recordemos que…
La fiebre es también conocida como pirexia, es un aumento temporal de la temperatura corporal, generalmente como respuesta del cuerpo a una enfermedad o afección. Se considera fiebre cuando la temperatura oral es de 38°C (100.4°F) o superior. Esta elevación de la temperatura es un mecanismo de defensa natural del organismo.
¿Cómo se genera la fiebre?
La fiebre es una respuesta compleja del cuerpo, principalmente controlada por el hipotálamo, una región del cerebro que actúa como el «termostato» del cuerpo. El proceso general es el siguiente:
- Detección de «pirógenos». Cuando el cuerpo es invadido por agentes patógenos (como bacterias, virus, hongos o parásitos) o hay inflamación, se liberan sustancias llamadas pirógenos. Estos pueden ser:
- Pirógenos exógenos. Originados fuera del cuerpo, como componentes de las bacterias (lipopolisacáridos o LPS).
- Pirógenos endógenos. Producidos por el propio cuerpo en respuesta a la infección o inflamación, como ciertas citocinas (interleucina-1, interleucina-6, factor de necrosis tumoral alfa).
- Señalización al hipotálamo. Los pirógenos viajan al cerebro y actúan sobre el hipotálamo.
- Aumento del punto de ajuste. El hipotálamo responde elevando el «punto de ajuste» de la temperatura corporal. Es como si el termostato del cuerpo se ajustara a una temperatura más alta.
- Respuestas para aumentar la temperatura. Para alcanzar este nuevo punto de ajuste, el cuerpo pone en marcha mecanismos como:
- Escalofríos. Contracción muscular involuntaria para generar calor.
- Vasoconstricción periférica. Estrechamiento de los vasos sanguíneos en la piel para reducir la pérdida de calor.
- Aumento del metabolismo. Para producir más calor internamente.
- Mantenimiento de la temperatura elevada. Una vez que la temperatura corporal alcanza el nuevo punto de ajuste establecido por el hipotálamo, se mantiene la fiebre.
Enfermedades asociadas a la fiebre
La fiebre es un síntoma común de una amplia variedad de enfermedades. Aquí te presento algunas categorías y ejemplos:
- Son la causa más común de fiebre.
- Infecciones virales. Resfriado común, gripe (influenza), COVID-19, dengue, chikungunya, sarampión, varicela, gastroenteritis viral, etc.
- Infecciones bacterianas. Infecciones urinarias, neumonía, faringitis estreptocócica, infecciones de la piel (celulitis), meningitis bacteriana, salmonelosis, etc.
- Infecciones fúngicas. Menos comunes, pero pueden causar fiebre en personas inmunocomprometidas.
- Infecciones parasitarias. Malaria, amebiasis, etc.
- Enfermedades inflamatorias.
- Artritis reumatoide.
- Lupus eritematoso sistémico (LES).
- Enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa).
- Otras causas
- Golpe de calor
- Ciertos medicamentos
- Vacunación (fiebre leve)
- Cáncer (en algunos casos)
- Trombosis venosa profunda
- Embolia pulmonar
Aunque a menudo se percibe como algo negativo, la fiebre puede ser una respuesta beneficiosa del cuerpo para combatir las infecciones. Las temperaturas más altas pueden inhibir el crecimiento de algunos patógenos y aumentar la actividad del sistema inmunitario.
¿Cuándo preocuparse por la fiebre?
Si bien la fiebre en sí misma no siempre es motivo de alarma, hay situaciones en las que se debe buscar atención médica.
- Fiebre muy alta (generalmente por encima de 39∘C o 102.2∘F).
- Fiebre en bebés menores de 3 meses.
- Fiebre que dura varios días.
- Fiebre acompañada de otros síntomas preocupantes como rigidez de cuello, dolor de cabeza intenso, dificultad para respirar, erupciones cutáneas, confusión, convulsiones, o disminución de la micción.