La elección del nombre de León XIV por parte del cardenal estadounidense Robert Prevost no es casual, ya que está cargado de un fuerte simbolismo relacionado con el anterior Papa que lo escogió, e implica una cierta continuidad con su legado. León XIII, cuyo nombre secular fue Vincenzo Gioacchino Pecci, fue pontífice de la Iglesia católica entre 1878 y 1903, y destacó por su enfoque social, diplomático y modernizador en una época de grandes cambios.
Pero si hay algo por lo que fue especialmente recordado es por su encíclica Rerum Novarum (De las cosas nuevas, 1891), texto fundacional de la doctrina social de la Iglesia, en la que abordó cuestiones como las condiciones de los trabajadores, el derecho a la propiedad privada o la necesidad de justicia social en plena revolución industrial.
Dotado de un profundo carácter intelectual, León XIII también promovió la renovación del pensamiento tomista (Neotomismo, también conocido como Neoescolástica), fortaleció la diplomacia vaticana y estimuló la educación católica. Su pontificado está considerado como un puente entre el conservadurismo del siglo XIX y la apertura ideológica del siglo XX.
MOVIMIENTO OBRERO
Vincenzo Gioacchino Pecci, el sexto de los siete hijos de una familia perteneciente a la pequeña nobleza rural cercana a Roma, inició su pontificado el 20 de febrero de 1878, en pleno auge del movimiento obrero. Sus biógrafos le atribuyen una especial sensibilidad con los excesos derivados de la industrialización intensiva, que le llevó a dictar una encíclica dedicada al tema, por lo que fue conocido como el «Papa de los obreros».
En Rerum Novarum, León XIII aborda las condiciones de campesinos y especialmente de obreros, defendiendo su dignidad, el derecho a un salario justo, al descanso, a la propiedad privada y a formar sindicatos. Al mismo tiempo, rechaza tanto el capitalismo salvaje como el socialismo radical, proponiendo una vía intermedia basada en la justicia social, la solidaridad y el papel mediador del Estado como agente necesario para asegurar el bienestar de los sectores más vulnerables. Este documento marcó el inicio del compromiso de la Iglesia con muchos de los problemas sociales contemporáneos.
Además, durante su papado, León XIII reforzó los lazos con la Iglesia norteamericana, fomentando la expansión del catolicismo en Estados Unidos, impulsado por la llegada masiva de inmigrantes irlandeses, italianos, polacos, alemanes y mexicanos.
Al mismo tiempo, contribuyó a dotar a la Iglesia de un nuevo protagonismo diplomático a escala internacional, y revitalizó la acción misionera, especialmente en África. Murió en 1903, a los 93 años.do como el «Papa de los obreros».(RTVE.es)