Productores europeos advierten que los nuevos aranceles al alcohol serían «devastadores», mientras que un grupo de destilerías estadounidenses se opone. Esta medida forma parte de una intensificación de la guerra comercial global, que comenzó con los aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio. En respuesta, la UE aplicará impuestos adicionales a productos estadounidenses, como el bourbon y las motocicletas, a partir del 1 de abril.
Los aranceles, un componente clave de la estrategia económica de Trump, buscan proteger la industria manufacturera y los empleos en EE.UU., aunque los críticos señalan que podrían aumentar los precios para los consumidores en el corto plazo. Estos aranceles son impuestos sobre productos importados, que las empresas deben pagar al gobierno estadounidense.