viernes, abril 19, 2024
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No jueguen con el destino del país

Bolivia de ningún partido político es feudo. En consecuencia: quienes lo integran, o aquellos ociosos de la clase política, no deberían jugar con el destino nacional. Lo que prima para ellos es el interés personal. Es decir, seguir viviendo en Jauja, succionando el empobrecido erario público. Seguir disfrutando del “maravilloso instrumento del Poder”, pese a la adversidad de los tiempos. En ese marco, siempre han tratado, hoy como ayer, de imponer sus decisiones sectoriales, mezquinas e interesadas. Obviamente que no compartirán este criterio.
Bolivia surgió a la vida republicana, con una población de 997.427 habitantes, según el Censo de 1825 (1). En 1900 registraba una población de 1.766.451 habitantes, conforme el Censo que arrojó ese año (2). El número de habitantes del país había llegado a 10.059.856, subrayaron los datos oficiales del Censo de 2012 (3). En la actualidad se calcula que Bolivia tendría, aproximadamente, 11.842.000 habitantes. Este dato será corroborado por el próximo Censo Nacional que está en debate. Ojalá que las condiciones se den pronto.
Sobre la base de esta realidad deberíamos trabajar el futuro de Bolivia. Hagamos Patria, parando la violencia. Replegando a las huestes estipendiadas. Deponiendo la provocación. Frenando la agresión. Sin amedrentar ni a unos ni a otros. Asumiendo, de manera incondicional, la unidad nacional, por el bien común. Es necesario e imperioso, relegar las actitudes demenciales. Éstas que han abierto profundas heridas, entre los nacidos en territorio boliviano, que no serán restañadas de la noche a la mañana. No será fácil curarlas, indudablemente.
La coyuntura política que se impone hoy es sumamente complicada. Al extremo delicada, diríamos, debido a la confrontación interna que conmocionó Bolivia. Intereses particulares intervinieron para llegar a esos extremos. Para profundizar las diferencias. Hechos que quedarán grabados en la retina de los jóvenes, en particular, para siempre. El causante fue la fecha de realización del Censo Nacional venidero. El presente, por lo tanto, no es halagüeño. El futuro dependerá de la reconciliación que promuevan los sectores involucrados en ese suceso. O quienes están inmersos en ese conflicto, que enemista a gobernantes y gobernados.
No caigamos en la tentación de mostrarnos omnipotentes, fuertes y con suficiente musculatura como para infundir miedo y terror, a nuestros hermanos. Sólo los autoritarios incurrían en tales despropósitos. Todo tiene en esta tierra su principio y su fin. Su alfa y omega, como diría alguien. En la existencia tanto de los hombres como de los partidos políticos. Hechos de esta naturaleza están remarcadas en las páginas de la historia universal.
En suma: el momento amerita aunar esfuerzos, en unidad y reconciliación, a fin de empujar el carro hacia el derrotero que signifique un futuro mejor. Con apego a la Patria Grande.

NOTAS
(1) “Estudios Económicos”. Revista de la Facultad de Economía y Finanzas, de la Universidad Autónoma “Tomas Frías”, de Potosí – Bolivia, No. 5, diciembre de 1950. Ver los cuadros de la página 214, correspondientes a la conferencia, intitulada “Demografía y Finanzas”, dictada por el Dr. Pedro Gumiel T.
(2) Ídem.
(3) EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 2 de julio de 2014.

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