viernes, abril 19, 2024
InicioSeccionesOpiniónAlgo tan espinoso… que merece ser estudiado y actualizado

Algo tan espinoso… que merece ser estudiado y actualizado

Recientemente impartíamos un Webinar (“La evaluación bajo la modalidad remota o virtual” (1)), a donde se sumaron personas de 14 países, procedentes de Centroamérica, Europa, América del Sur, lo que por una parte me agradó a modo de estímulo, pero por otra el tema en sí, que por lo visto resultaba necesario abordar y que no era propio de países de habla hispana y, por ende, traspasaba las fronteras.

Retomando algunos aspectos de la plática en línea: definiciones de evaluación; orígenes/evolución histórica; qué incorporar a la evaluación; herramientas TIC; cómo reducir la probabilidad de fraude, entre otros aspectos, de los cuales detallo algunos y simplifico, a continuación.

Definición: “Proceso sistemático para determinar hasta qué punto alcanzan los alumnos los objetivos de la educación” (2); “Proceso de recopilación y utilización de la información para tomar decisiones” (3); sin embargo, lo tal vez lo más atractivo resultaba desde cuándo hacemos test o evaluaciones, desde cuándo exámenes escritos y para muestra “botones”:

Siglo V-XV DC: La evaluación educativa era dogmática. En las universidades la evaluación era a través de exámenes; Siglo XIX. El control de lo aprendido se realizaba a través de la capacidad de retener y almacenar del alumno por medio de exámenes, fundamentalmente con lápiz y papel. La forma de valorar el trabajo escolar es por medio de la calificación (asignar notas)

Hago un alto y saco cuentas: del Siglo V al XV han transcurrido 1.000 años; del Siglo XIX al XXI, han transcurrido aproximadamente 200 años y un poquito más, sumando, tenemos 1.200 años que evaluamos mediante exámenes, con lápiz y papel (un tanto modificable éste último a bolígrafo y en vez de papel, vía electrónica. Nota: lo cual no es viable para todos, dada la brecha electrónica).

Otro aspecto que resalto es “…por medio de calificación (notas)”, ya que SEGUIMOS dando notas.

Pero, ¿qué actualizar y por qué es espinoso? Cambiar o modificar algo que venimos realizando hace más de mil años, cuesta. De aquí la frase –que nada me agrade– “porque siempre se ha hecho así”.

¿Por qué no revisar el modo de evaluar, tanto en lo presencial como en lo remoto o virtual? Les recuerdo que esta última modalidad “masificada”, se vio catalizada por la pandemia (COVID-19) a partir de 2020, cuando los docentes, estudiantes y padres de familia, heroicamente asumieron roles, donde no necesariamente las capacitaciones fueron suficientes.

Y cuando hablamos del 2020 hasta la fecha, solo han transcurrido ¡24 meses! ¿Luego? El corto tiempo versus 1,200 años, nos obliga a repensar en nuevas soluciones, para no continuar con más de lo mismo: ¿Por qué no eliminar el acto protocolario de exámenes parciales o finales?; ¿Por qué considerar al estudiante como una nota?

¿Y cuáles serían las posibles propuestas? Evaluar mediante actividades de control sistemático de modo racional a cada estudiante, evaluación que suma o integra tanto competencias digitales, como blandas, donde el docente reflejará avances periódicos (siendo retroalimentados a ellos, pero además analizados con los padres, si fuese el caso). La nota, modificada a un resultado cualitativo: “Excelente o… necesita mejorar”

Obviamente todo esto debe ser analizado, consensuado y sobre todo discutido hasta la saciedad, de forma objetiva, clara y transparente por los tomadores de decisiones, pedagogos, directores, estudiantes y padres de familia.

¿Padres de familia? Sí, deben conocer el sistema de evaluación y que no solo asistan para la entrega de boletines. Continuaremos.

 

NOTAS

(1) Bajo el auspicio de la Escuela de la Lengua Española Momotombo.

https://elemomotombo.edu.ni/. https://www.facebook.com/ELEMomotombo/.

(2) García Ramos, 1989.

(3) Cronbach, 1963.

 

El autor es Licenciado en Ciencias Pedagógicas.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES