jueves, abril 18, 2024
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El Mapa Mental Organización educativa a través de las neurociencias

Segundo modelo para la elaboración de un mapa mental

Paso 1 Define y ubica la idea principal

Primero colocar el título en el centro de la hoja. Este se refiere a la idea central del trabajo. Debe ir acompañado de una imagen que cause impacto y permita al lector saber cuál es el tema, con solo recibir esa primera impresión del mismo. Sin recibir más información que esa, el lector asume que se tratará de estrategias para manejar las emociones (corazón) de una forma más racional (cerebro) y, de esta forma percibe la información más importante de manera inmediata, que determinará su interés en el resto del mapa mental. Esta representación gráfica del título no tiene que ser necesariamente muy compleja, puede ser sencilla pero explícita.

Paso 2 Organiza los Subtemas

Comienza a trazar a partir del título, en orden de relevancia y en sentido de las agujas del reloj, una serie de ramificaciones gruesas llamadas subtemas, las cuales se refieren a aquellos aspectos generales que brindarán información específica al lector. Esta parte dependerá de cómo se desee estructurar el mapa, qué tipo de información se quiera brindar y en qué puntos se enfocará el contenido. Los subtemas o ramificaciones principales son siempre palabras claves y genéricas.

Paso 3 Desglosa los subtemas

A partir de los subtemas comienza a separarse la información específica ramificada, disminuyendo un poco el tamaño de la letra a medida que se plasma información más puntual, cuidando que siga siendo legible. Acompaña cada elemento con una imagen o símbolo que la identifique, así como flechas para ayudar a relacionar las ideas de ser necesario. Se puede desglosar ramificaciones las veces que se necesite, recordando que la idea es simplificar lo más que se pueda el contenido. Evitar oraciones o frases largas. Generalmente se mantiene siempre el mismo color para indicar al lector que la información pertenece a una misma ramificación.

Paso 4 Utiliza diferentes combinaciones de colores

Es recomendable usar más de tres colores diferentes en un mapa mental para causar mayor impacto en el hemisferio derecho del cerebro y así retener y comprender la información de forma efectiva. Se sugiere utilizar el rojo y el naranja para el título o el centro de tu mapa mental, colores tibios como el verde y el marrón para las ramas secundarias y colores fríos como azul y blanco para las ramas más lejanas. Lo más importante, es que a pesar de tener bastante información y contenido gráfico, entre cada subtema y ramificación se mantiene un espacio adecuado, las letras son legibles y poseen un buen tamaño para su fácil lectura, lo que hace que se pueda apreciar mucho mejor la creatividad del autor y que el lector pueda sentirse interesado en el contenido sin distraerse.

Paso 5 Ensayo y Error

Lo interesante de un mapa mental es que produce en el creador un Brainstorm o “lluvia de ideas”, esto significa que sus ideas irán surgiendo a medida que vaya trabajando en el mapa, por lo cual es totalmente normal que aunque se esté terminando, se haga modificaciones por ocurrencias de último momento. Por tal razón se sugiere realizar primero un borrador.

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