En cuanto al look y al diseño de Lightyear, el director Angus MacLane quiso apartarse de las películas de Toy Story. Para empezar, está ambientada en lo profundo del espacio, a unos 4,2 millones de años luz de la Tierra. “Si bien esta película rinde homenaje a ciertos referentes de la ciencia ficción, gran parte de la película es un tributo al cine en general”, señala MacLane, quien es conocido en Pixar como una enciclopedia andante del cine. “La animación por computadora se ve increíble en la oscuridad”, continúa MacLane. “Jurassic Park se hizo a principios de los 90 y se sigue viendo increíble porque fue mayormente rodada de noche. Yo quería sacar provecho de eso”.
La productora Galyn Susman agrega: “El look en general es una mezcla genial entre retro y futurista. A lo largo de la película: las perillas, los diales, los botones son todos muy tangibles. Los bordes están todos redondeados para capturar ese estilo que quería Angus.
“Contratamos a John Duncan, quien trabajó mucho para Star Wars, y le pedimos que creara el primer diseño de nuestra nave espacial como si lo estuviera haciendo para usar como utilería en una película de acción real”, continúa Susman. “Luego tomamos esos mismos diseños y los creamos en la computadora porque queríamos ver qué cosa de la animación por computadora carecía de esa calidez que logras cuando usas modelos prácticos como en un set de Star Wars. A partir de eso, desarrollamos un lenguaje cinematográfico que devolvió calidez a los modelos CG (imágenes generadas por computadora), introdujimos curvas donde normalmente uno haría líneas rectas, asegurándonos de que no hubiera un solo borde, todo para alejarnos de ese aspecto CG súper anguloso y definido”.
El entorno, un planeta hostil llamado T’Kani Prime, abría infinitas posibilidades. Los artistas decidieron estrechar esas posibilidades incluyendo elementos familiares como árboles y lagos con un giro sobrenatural para asegurarse de que el público no se distrajera. El planeta mismo, que cuenta el diseñador de producción Tim Evatt, es más chico que la Tierra, pero con una gran diferencia. “Es un planeta acoplado, así que no rota”, explica. “El sol sólo brilla sobre una cara del planeta: una cara siempre está iluminada, y la otra cara siempre está oscura. Pero quisimos que la mitad iluminada cambiara con las condiciones climáticas, así que puede haber grandes acumulaciones de nubes, una luz solar intensa o una atmósfera húmeda y densa”.
Según Evatt, el lado iluminado del planeta no es exactamente cálido y apacible. El terreno es mitad pantanoso y mitad rocoso con agresivas plantas trepadoras que cazan víctimas desprevenidas. Cuando no son las plantas las que atacan, suelen pulular enjambres de insectos gigantes. La cara oscura, cuenta Evatt, no tiene vida. “Allí hace más frío porque no da el sol”, señala. “No hay vida vegetal: es inhóspita y árida, y realza momentos claves de la historia”.
El entorno es misterioso, enigmático y exótico, cuenta Susman, pero la historia sigue arraigada en una realidad conocida por todos. “Agobiado por la culpa de haber cometido un error, Buzz está obsesionado con enmendarlo, al punto de quedarse solo”, señala. “Todos nos arrepentimos de ciertas decisiones en un momento determinado, pero es importante aprender a dejarlas atrás: a dejar de lado la culpa y aprovechar en cambio lo que existe ahora. Y de eso se trata la historia… sólo que lo hacemos en un espacio con insectos gigantes, robots alocados y luchas en entornos sin gravedad”.