Hay un parlamento en Top Gun:Maverick que resume su producción quizá mejor que cualquier otro. Acertadamente, ocurre en una escena entre dos héroes que retornan: Maverick, el protagonista encarnado por Tom Cruise, y su antiguo adversario Iceman, interpretado de nuevo por Val Kilmer. Ambos hablan sobre su pasión por ser pilotos y recuerdan lo que sus carreras significan para ellos. “No se trata de qué soy yo”, afirma Maverick ante Iceman. “Se trata de quién soy yo”.
El 7 de septiembre de 2018 Tom Cruise regresó a Miramar, la base militar donde se filmó la mayor parte de Top Gun hace 33 años, en la primavera de 1985. Fue ahí para someterse a un ASTC (Curso de Entrenamiento en Sobrevivencia de Aviación) completo, con el fin de calificar para las impactantes secuencias de vuelo en los F/A-18 de la Armada de Estados Unidos, pues él insistió personalmente en que era esencial para realizar la esperada secuela, Top Gun: Maverick.
Mientras trabajaba en este entrenamiento, que supera a cualquier otro en la historia del cine, era imposible dejar de notar los paralelos entre Maverick y el actor que le da vida; dos hombres que constantemente ponen a prueba los límites de sí mismos y de su profesión. Dos hombres que tampoco dudan en romper las reglas si esto significa desarrollar su oficio, explorar sus posibilidades y expandir su entorno.
“Imaginé una secuela de Top Gun todos estos años”, afirma Cruise, que regresa como actor y productor a lo que es probablemente su rol más icónico. “La gente ha pedido una secuela durante décadas. Décadas. Y lo único que le dije al estudio desde un principio fue: ‘Si alguna vez participo en esto, filmaremos todo prácticamente. Estoy inmerso en este periodo de F/A-18. Así que debemos desarrollar aparejos para las cámaras. Habrá túneles de viento e ingeniería. Me va a llevar mucho, mucho tiempo descifrar esto’. Y deseaba trabajar con Jerry Bruckheimer. No hubiera hecho esta película sin él. Las personas preguntaban, ‘¿No puedes filmar la secuela con imágenes computarizadas (CGI)?’. Y siempre respondí, ‘No. Ésa no es la experiencia’. ‘Debo encontrar la historia correcta. Y vamos a necesitar el equipo adecuado. Este proyecto es como tratar de golpear una bala con otra bala. No estoy jugando’”.
El factor Bruckheimer es esencial para entender lo que esta secuela significa para sus realizadores y lo que será para los espectadores que pronto la podrán ver. Cruise describe a Bruckheimer claramente: “Es un productor legendario. Uno de los grandes productores de Hollywood”. Y eso lo sabe bien. Fue durante el rodaje de Top Gun original cuando Bruckheimer y su difunto socio de producción, el también legendario Don Simpson, adoptaron al joven actor de 21 años que deseaba aprender todo y lo cobijaron bajo sus alas.
“Al iniciar el desarrollo esta nueva película, estábamos analizando el guión y yo miré hacia Jerry, con lo cual me sentí de nuevo como un muchacho, como si fuera 1985, cuando trabajé con él. En ese entonces deseaba aprender todo acerca de ser un productor”, recuerda Cruise. “Y cuando les pedí a Don y Jerry que me permitieran participar en algo, asistir a esas reuniones, fueron muy generosos conmigo. Y sabemos que no todos son así. Top Gun fue la siguiente fase en mi carrera. Mi intención, igual que la de Jerry, siempre fue realizar grandes historias y entretener al mundo. Ése era mi propósito”.
En la cinta original a Cruise lo filmaron en la cabina de un F-14 Tomcat, pero sus colegas del elenco no tuvieron tanta suerte. “Había otros actores ahí arriba, volando”, dice Bruckheimer. “Sin embargo su metraje no era utilizable porque no tenían suficiente práctica ni entrenamiento. Cuando los pusimos en el aire ninguno de ellos lo pudo hacer bien. Tom fue el único actor del que teníamos metraje de vuelo útil. Había mucho metraje de otros actores en el aire con los ojos en blanco, a punto de desmayarse. Esta vez, gracias a Tom, los actores en Top Gun: Maverick se habituaron a la esencia y la mecánica de vuelo y a las fuerzas G porque entrenaron con meses de anticipación. A diferencia de la primera cinta, nuestros actores realmente están en las cabinas de los F/A-18 en vuelo, actúan y dicen sus parlamentos”.
Este giro trascendental no fue sólo para elevar la autenticidad de la aviación. Más bien se buscó expandir los factores por los cuales la Top Gun original tuvo un impacto tan fuerte. “En esta película tenemos pilotos más formados en su oficio alrededor de Maverick”, dice el escritor y productor Christopher McQuarrie, ganador de un Oscar® por Usual Suspects, que colabora con Cruise desde que escribió Valkyrie en 2008; desde entonces escribió y lo dirigió en una cinta de Jack Reacher y en dos películas de Mission: Impossible, además de tener otros dos proyectos en camino.
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