La Constitución Política del Estado, en su artículo 89, toma previsiones administrativas para efectuar sistemáticamente: “Seguimiento, medición, evaluación y acreditación de la calidad educativa en todo el sistema educativo…”. Además, establece que el seguimiento y medición de la calidad del servicio educativo estará a cargo de una institución pública, técnica especializada, independiente del Ministerio del ramo. Su composición y funcionamiento será determinado en la Ley”.
Cumpliendo este mandato constitucional, en la Ley 070 de la Educación (Art. 83), se crea el Observatorio Plurinacional de la Calidad Educativa (OPCE): “como una institución pública descentralizada, técnica, especializada, independiente en cuanto al proceso y resultados de sus evaluaciones”. Lo mismo,está expresado en la disposición transitoria primera de la norma, que la estructura y funcionamiento se adecuará a la Constitución, como entidad técnica especializada e independiente del Ministerio de Educación.
En esa condición de entidad técnica especializada e independiente, OPCE tiene funciones precisas para realizar el seguimiento, medición, evaluación y acreditación de la calidad educativa del sistema educativo en los subsistemas Regular, Alternativa y Especial. Su composición está constituida por un Directorio, Director Ejecutivo y un equipo técnico multidisciplinario especializado. Disposición que está vigente por sí existen dudas en algunos funcionarios del Órgano Ejecutivo y Legislativo.
El funcionamiento de OPCE, desde 2010 hasta 2019, estuvo al mando del MAS, presidía el Directorio, el exministro Roberto Aguilar. Y como su Director Ejecutivo fungía el señor Benecio Quispe, quienes no tuvieron la capacidad técnica ni administrativa de ejecutar seguimiento, medición, evaluación y acreditación del sistema educativo. No solo en los subsistemas de educación regular, alternativa y especial; sino también controlar procesos de enseñanza “académica” en los institutos técnicos tecnológicos, ex normales, universidades indígenas y privadas.
Recordamos que, por pugnas internas e intereses político ideológicos, discriminación, incapacidad y miopía pedagógica de ambos funcionarios, fracasó contundentemente la ejecución de las acciones del Observatorio Plurinacional de la Calidad Educativa (OPCE). Es más, destruyeron la esencia y enfoque holístico con el que fue creada esta entidad descentralizada, especializada e independiente del Ministerio de Educación. Presumimos que estas pugnas conflictivas internas quizás fueron premeditadamente propiciadas para ocultar y/o disimular el estancamiento, retroceso y rezago del modelo educativo vigente.
Sistemáticamente, soslayaron “medir” el estado de la “calidad educativa” que tienen los estudiantes y docentes de Bolivia. Ante estas precariedades y desaciertos administrativo técnicos; sugerimos desde EL DIARIO, retomar a la brevedad posible, la reconducción y funcionamiento del OPCE, para poner en marcha ordenada y organizadamente, el mandato constitucional de hacer seguimiento, control, medición y evaluación de la calidad educativa. Porque en comparación con sistemas educativos de países vecinos, no sabemos cómo estamos en los procesos de enseñanza en primaria y secundaria (lectura, escritura y matemáticas).
Tal vez hemos avanzado significativamente o retrocedido negativamente en la ejecución y desarrollo del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo (MESCP) en las unidades educativas del país, tanto urbanas y rurales: ¡No sabemos a ciencia cierta! Entonces, para salir de estos desconciertos e incertidumbre colectiva, precisamos un observatorio de la calidad educativa descentralizada, especializada e independiente, que permita identificar o por lo menos detectar demandas, necesidades, problemas, dificultades y debilidades académicos por los que actualmente atraviesa el sistema educativo.
Momento de tribulación
“Porque somos únicos, debemos dignificarnos para estar por encima del nivel del miedo; y, porque tenemos una sola Madre Tierra,...