En el pasado mes se ratificó el inicio de un nuevo proyecto de apoyo europeo a las Fuerzas Especiales de Lucha Contra la Droga en Bolivia, dando continuidad a lo hecho desde el 2016. Es financiado con fondos de la Comisión Europea, para la reforma y modernización de las instituciones socias y con el marco normativo vigente. Las principales instituciones nacionales con las que trabajará son la Policía Boliviana, Ministerio de Gobierno, Viceministerio de Defensa Social; la Fuerza Especial de lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional, Fiscalía General del Estado, Escuela de Fiscales, Escuela de Jueces, Defensoría del Pueblo, entre otras.
Fomentando el diálogo entre pares a través del modelo de cooperación técnica pública, el equipo movilizado por la FIIAPP está conformado por funcionarios de las fuerzas de seguridad de España y Francia y del Ministerio de Justicia y Fiscalía de España. Que atenderán cinco áreas de trabajo: inteligencia e investigación criminal operativa; escuelas policiales y judiciales; blanqueo de capitales; lucha contra la trata y tráfico de personas; coordinación policial y judicial tanto regional como internacional.
Se incidirá en la aplicación de la Ley 913 de lucha contra el tráfico ilícito de sustancias controladas y en el uso de medios técnicos que mejoren la eficiencia y eficacia de la investigación criminal; la coordinación con programas regionales como EL Pacto, COPOLAD III, EUROsociAL+ o EUROFRONT para fomentar la participación de las instituciones bolivianas en mecanismos de coordinación y cooperación regional e internacional.
Pero estas acciones también debieran acompañar otras áreas que continúan siendo de mayor preocupación por la problemática social que genera, como es el micro tráfico de drogas, que no usa espacios geográficos mayores, no llega a puntos fronterizos, ni se traslada en transporte aéreo a otros países, sino que implica pequeñas redes de micro tráfico que se conectan mediante las redes sociales. Se interesan en estudiantes de unidades educativas, grupos de jóvenes o pandillas, induciendo a los menores al consumo de sustancias prohibidas.
El micro tráfico debe ser considerado como un hecho delictivo que pone en riesgo y afecta el normal desarrollo psicosocial del joven en edad escolar, cuyo objetivo es educarse, adquirir conocimientos y cimentar las bases de su futuro. Los micro traficantes buscan diferentes mecanismos para ingresar a las unidades educativas, porque se considera que los menores y adolescentes son grupos vulnerables, aspecto que debe ser monitoreado constantemente, por autoridades educativas, policiales, y padres de familia para detectar y actuar oportunamente, adoptando medidas preventivas.
En algunos casos la normativa interna de la Dirección Distrital de Educación permitió que tanto las brigadas escolares, como los planes aplicados a la prevención como el Plan Carpeta, logren relacionar a los profesores con los educandos, para identificar los riesgos de consumo o comercio, por ejemplo, de la marihuana.
Por esta razón los planes y programas de prevención tanto de las instancias de seguridad y educativas, locales y nacionales, así como la familia, deben estar dirigidos a considerar al micro trafico como un daño potencial de consecuencias severas para el joven o adolescente. Se trata de proteger no solo su seguridad personal, sino prever las consecuencias que trae la dependencia ante la droga, sobre todo un daño permanente a la integridad física y mental de la persona.
Momento de tribulación
“Porque somos únicos, debemos dignificarnos para estar por encima del nivel del miedo; y, porque tenemos una sola Madre Tierra,...