La determinación del Gobierno de suspender la obligatoriedad en la presentación del carnet de vacunación contra el coronavirus tuvo un efecto inmediato en los puntos de inmunización en las principales ciudades del país. Sillas vacías y poca afluencia de personas.
El panorama se da a consecuencia del retroceso gubernamental ante la presión de grupos antivacuna, entre ellos organizaciones sociales del MAS.
Bolivia dispone de al menos 10 millones de vacunas con diferentes fechas de caducidad como marzo, junio y otros con vencimientos prolongados.
