“¡Que se vayan!, ¡Que se vayan!”, gritaron enardecidos ayer los vecinos de Villa El Carmen a efectivos policiales que desde hace más de diez días hacen uso excesivo de gases lacrimógenos, afectando sobremanera a sus familias y sus domicilios.
“¡Fuera de aquí, fuera!”, arengan los vecinos que se organizaron para hacer frente al contingente policial.
“Váyanse, no los queremos aquí, nos lanzan gases como si fuéramos delincuentes, como si fuéramos violadores, nuestros hijos ya no pueden dormir, tenemos enfermos en casa y estos no nos dejan en paz, por qué no van a atacar a los maleantes”, dijo un vecino.
Otra vecina aseguró que tenía un familiar con coronavirus cuya respiración se complicaba con los gases que llegaron a su domicilio.
Desde hace más de diez días la zona de Villa El Carmen se asemeja a un campo de batalla, con el estruendo de dinamitas y la cantidad indiscriminada de gases lacrimógenos.
Los vecinos habían pedido el martes el repliegue de la Policía y de los cocaleros de los Yungas por la zozobra en la que se encontraban debido al conflicto.
“Ya estamos cansados. ¿Por qué no van a la plaza del Maestro? Ahí tienen que vigilar”, exhortó una anciana que portaba una bandera blanca en señal de paz.
Momentos de tensión se vivieron en la calle 4 de Villa El Carmen cuando los habitantes de la zona obligaron a fuerza de gritos a retroceder a los uniformados parapetados en el lugar. Minutos después los uniformados respondieron con gases y el resultado fue un vecino herido debido al impacto de un agente químico en su rostro lo que provocó la pérdida de un diente.
“Estamos en la calle 4, nos ha gasificado, estamos molestos, están ocultando los balines. Nosotros no tenemos nada que ver, hay niños, ancianos y enfermos”, reclamó un vecino en declaraciones a radio FM Bolivia.
JÓVENES EN ACCIÓN
Por la noche, cuando se pensaba que el conflicto de la jornada violenta había concluido, jóvenes yungueños salieron a enfrentarse nuevamente e hicieron retroceder a la Policía hasta el sector de la terminal Mimasa.
Los productores de coca, que hoy entran a su onceavo día de conflicto, aseguraron que no descansarán hasta recuperar su mercado legal de la coca ubicado en la avenida Las Américas de Villa Fátima de La Paz.
Los productores que se movilizan a la cabeza del comité de auto defensa, rechazan a la directiva de la Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca) liderada por Arnold Alanes, a quien el 21 de septiembre el Gobierno entregó su sede.
“¡Adepcoca se respeta c…!”, arengaban los jóvenes mientras hacían frente a los gases de la Policía.
POLICÍA
Por otro lado, el comandante departamental de la Policía, Augusto Russo, denunció que los cocaleros de los Yungas preparan masas de dinamita con esquirlas para causar más daños en los enfrentamientos.
“Estamos advirtiendo el uso desproporcionado de dinamita, ya no son cachorros, es masa de dinamita preparada con esquirlas, clavos y otros (fragmentos) metálicos para que la onda expansiva pueda ocasionar mucho más daño”, afirmó.
Russo aseguró que la presencia de la Policía en Villa Fátima y Villa El Carmen es para restablecer el orden público y preservar la seguridad de la población en general, ante posibles enfrentamientos entre los propios cocaleros.
Manifestó, en entrevista con Unitel, que el uso de los agentes químicos se realiza para dispersar a los cocaleros; sin embargo, dijo que son los marchistas que portan granadas de gas y las lanzan a las casas para que los vecinos crean que son los efectivos policiales.
CORTE DE ENERGÍA ELÉCTRICA
Un intempestivo corte de energía eléctrica ocasionado por el uso excesivo de agentes químicos de parte de la policía dejó anoche sin electricidad al Hospital Municipal La Merced, afectando a los pacientes que se encontraban en la Unidad de Terapia Intensiva.
El alcalde, Iván Arias, mediante su cuenta de Twitter pidió “diálogo entre las partes y que deje de sufrir la población”.