Publicidad

    


Maradona descansa en paz tras el caos

El velatorio popular tuvo que ser suspendido por la tensión.


El mito argentino del fútbol Diego Armando Maradona fue enterrado este jueves por la tarde en el cementerio de Bella Vista, a 40 kilómetros de la Casa Rosada, donde comenzó el último adiós al ‘Diez’ en un velatorio que tuvo que ser suspendido por el caos y la escalada de tensión que sitió la sede del Gobierno del país.

Junto a Doña Tota y Don Diego, sus padres y mayor motivación para convertirse en crack del fútbol, los restos mortales del campeón del mundo en México’86 descansaron en campo santo. La noche ya caía en Buenos Aires, con el final de una ceremonia religiosa íntima, con cerca de 30 personas, con su familia más cercana y autoridades.

Apenas 30 horas después de su muerte por una parada cardiorrespiratoira, Maradona fue enterrado tras una despedida que se desbordó por completo. El Gobierno ofreció su Casa Rosada para un velatorio que comenzó sin incidentes pero que terminó en un caos, batallas en las calles y asalto a esa sede central. El féretro ‘del Diego’ tuvo que ser cambiado de sitio y el homenaje suspendido. La despedida pública a Maradona transcurría emotiva y tranquila pero, con previsión de que la jornada terminara a las 16 horas cuando se había hablado de dos días de ‘ofrenda’, comenzaron los nervios. Miles de personas aún hacía colas de varios kilómetros para entrar al velatorio, situado en uno de los salones de Balcarce 50, y se produjeron entonces los primeros altercados. La Policía comenzó a establecer cortes que aún tendrían tiempo de entrar y comenzó la disputa entre los aficionados y los cuerpos de seguridad en los alrededores de la Plaza de Mayo y zonas aledañas. La Policía cargó con balas de goma, tanques de agua y gases lacrimógenos. Una parte de la inmensa multitud respondió con el lanzamiento de piedras y botellas, en especial en la intersección de Avenida de Mayo con 9 de julio.

GOYCOCHEA NO AGUANTÓ, ROMPIÓ EN LLANTO

Lo que le pasó a Sergio Goycochea al aire en la TV Pública representa el sentimiento colectivo que atraviesa un pueblo. El ex arquero, héroe del Mundial que organizó Italia en 1990, era uno de los amigos más cercanos de Diego Maradona. Y su llanto desconsolado fue una muestra del vínculo que tenía con el Diez. El actual comunicador comenzó a relatar anécdotas que tuvo con la leyenda y en un momento confesó: “Entré a la Casa Rosada por última vez en 1990 cuando vinimos a festejar. Fue el día más feliz de mi vida deportiva y ahora entré para verlo a mi amigo, el mismo con el que saltaba en el balcón”... En ese instante, Goycochea se quebró y rompió en llanto en la transmisión de la Televisión Pública, a pesar de tomarse un vaso con agua para frenar y respirar. Cuando quiso seguir, no pudo y las lágrimas lo desbordaron durante casi cinco minutos, mientras su compañera de piso lo contenía también emocionada. “Pido disculpas, es más fuerte que yo. No quería llorar porque se toma como cosas baratas o un golpe bajo, pero se te va un pedazo de vida. Yo no lo podía entender cuando lo veía en el cajón. Era una mentira, con toda la energía que tenía. No puedo más, perdón”, se sinceró.

PRESIDENTE PIDIÓ CALMA

El presidente argentino Alberto Fernández, llegó a acercarse a una de las vallas de la Casa Rosada para pedir calma a los aficionados. El cortejo fúnebre se puso en marcha para cubrir los 40 kilómetros hasta el cementerio, acompañado por miles de personas en su recorrido. La Policía abrió paso como pudo y ya en el cementerio sólo pudieron entrar familiares y amigos. El despliegue policial alrededor del cementerio permitió un final tranquilo después un día de locura que coqueteó con alguna desgracia por una organización desbordada, con el agravante de la pandemia de coronavirus.

 
Revistas
Publicidad
Portada de HOY

JPG (869 Kb)      |      



Publicidad

Publicidad