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Argentina: Motivos para la depresión y la esperanza


La selección argentina cayó este martes en las semifinales de la Copa América ante Brasil (2-0) en un partido que les apeó del torneo a las puertas de la final y que deja muchas lecturas, algunas para la depresión y otras para la esperanza.

La ausencia de títulos desde la Copa América 1993 y las cuatro finales perdidas en las últimas seis ediciones, el dolor que provoca ver como Lionel Messi sigue sin levantar un título con la ‘Albicelete’ en categoría absoluta o la progresión interrumpida en esta Copa se imponen como motivos para la desdicha.

Pero también hay conceptos para tener esperanza, como el hecho de que la selección dirigida por Lionel Scaloni -cuya continuidad es una de las incógnitas del futuro- encontró finalmente un esquema, o el papel protagonista de Messi como capitán dentro y fuera del terreno de juego, así como su intención de seguir en la selección

LA DEPRESIÓN

1. SIN TÍTULOS DESDE 1993

Desde la Copa América de Ecuador 1993, cuando Argentina logró su decimocuarto título continental después de haber sido dos años antes también vencedor en Chile 1991, la ‘Albiceleste’ no celebra. Y no ha sido por falta de ocasiones.

En estos 26 años, Argentina ha disputado cinco finales de grandes torneos: la del Mundial de Brasil 2014 ante Alemania y cuatro de la Copa América (2004, 2007, 2015 y 2016). En todas ellas ha caído: en el Mundial con un gol en la prórroga, en Venezuela 2007 durante los 90 minutos y en Perú 2004, Chile 2015 y Estados Unidos 2016 en los penaltis. En Brasil 2019 se quedó a las puertas de la final.

2. MESSI, SIN LEVANTAR UNA COPA

La gran decepción argentina, y el dato casi inexplicable para el resto del mundo, es cómo Lionel Messi, con cinco Balones de Oro y considerado para muchos el mejor jugador del mundo, todavía no ha logrado levantar un título con la selección absoluta de su país.

El Mundial sub-20 de los Países Bajos en 2005 y los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, los dos únicos triunfos de Messi vestido de celeste y blanco, suenan casi a prehistoria en comparación con la entidad del futbolista del Barcelona. Y a sus 32 años, la Copa América 2020 y el Mundial 2022 se antojan las últimas oportunidades.

LA ESPERANZA

1. SCALONI ENCONTRÓ SU ESQUEMA

Costó, 13 partidos del técnico santafesino, pero el once tipo apareció. Fue ante Venezuela en cuartos, cuando Scaloni se convenció de que Messi necesitaba a Lautaro y Agüero por delante, y que para equilibrar el balance defensa-ataque Marcos Acuña era una opción válida para auxiliar a Leandro Paredes en la marca.

Ese mismo esquema fue el que se presentó ante Brasil, y parece lo más similar a un once tipo en Argentina. Generó asociaciones: Messi y Paredes se aliaron para buscar juego, Acuña mordió, De Paul aportó en sus apariciones, Lautaro presionó... Argentina reclamaba una identidad y la encontró, con buen juego incluso, pero sin resultado.

2. MESSI SE AJUSTÓ EL BRAZALETE

Una de las cosas que se reclamaba a ‘la Pulga’ era que ejerciera como capitán, no solo por la predilección que genera en sus compañeros, sino en los aspectos concretos.

Durante esta Copa América lo hizo: tanto fuera del campo, en charlas, en declaraciones tras los partidos (habló en casi todas las zonas mixtas), como dentro, animando a sus compañeros y apoyando la construcción de juego.

3. ... Y QUIERE SEGUIR

El astro del Barcelona dejó ayer la puerta abierta a continuar en la selección, entendiendo que la ‘Albiceleste’ está en un proceso de cambio de ciclo y hay que dejar espacio a los jugadores jóvenes que ya se han ido mostrando en esta Copa América.

“Me encuentro muy bien con este grupo, si tengo que ayudar de alguna parte o de algún lado lo voy a hacer. Hay un lindo grupo para que crezca, y si puedo ayudarlo o acompañarlo, lo voy a seguir haciendo”, señaló en la zona mista del estadio Mineirao de Belo Horizonte.

NO ALCANZÓ

1. DE MENOS A MÁS

Argentina hizo claramente un torneo de menos a más. De la decepcionante derrota ante Colombia (0-2), al muy discreto empate contra Paraguay (1-1) en la que tuvo que remontar un gol y contó con un penalti parado por Franco Armani; el triunfo ante Catar (0-2) le permitió remontar el vuelo.

Frente a Venezuela en cuartos de final (0-2) presentó una versión mucho más aseada y ante Brasil en las semifinales tuvo momentos de buen juego, pero faltó pegada para igualar el 1-0 de Gabriel Jesús, y con el 2-0 de Roberto Firmino ya era casi misión imposible.

LAS FALLAS

1. FALTÓ GOL

¿Qué habría ocurrido si el cabezazo de Sergio el ‘Kun’ Agüero, a saque de falta de Messi, hubiera ido dentro en lugar de ser escupido por el larguero? Habría subido el 1-1 en el marcador y Brasil se habría visto forzado a proponer en lugar de esperar, dejando algún espacio quizás en su imbatida defensa.

La misma pregunta cabe hacerse con la triple ocasión de la segunda parte, el disparo de Lautaro Martínez bloqueado por Alisson Becker y los siguientes tiros de Messi, uno al palo y otro que no encontró portería.

LOS PROBLEMAS

1. DEFENSA TEMBLONA

Más allá de la genialidad de Daniel Alves en el primer tanto, con un sombrero y un quiebre antes de poner un pase sin mirar hacia Firmino, Gabriel Jesús entró libre de marca a esperar el centro de su compañero, y remató como cabe esperar de un delantero de clase mundial.

La defensa argentina fue a ratos temblona, pese al gran partido de Nicolás Otamendi, y tuvo problemas por los costados, especialmente por el lado de Nicolás Tagliafico, que sufrió con Alves y Gabriel Jesús, y recibió una amarilla muy pronto. Una de las licencias.

 
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