De las historias de dormilones, una de las más tiernas es la de Buffon. El gran naturalista francés tenía el sueño muy pesado. Comprendiendo que a nada llegaría si no se disciplinaba, dio instrucciones a su criado José que todos los días lo despertase a las cinco de la mañana.
El criado cumplió las ordenes al pie de la letra. Era inflexible, porque su amo le había ordenado que lo hiciese levantar a esa hora, por tarde que se hubiese acostado.
Una mañana, tenía Buffon tanto sueño, que le pidió a José que lo dejase dormir un poco más. El criado se limitó a quitarle las frazadas. Buffon en el colmo de la furia, lo increpó, lo maldijo y lo echó de la habitación. José se retiró y volvió a los dos minutos con un balde lleno de agua que descargó sobre su amo.
En su ignorancia y en su humildad, comprendía sin embargo que de él dependía que su amo conquistase la gloria. Por eso solía decir Buffon, agradecido, que a José le debía parte de su “Historia Natural”. P. M. De ¡Aquí Está!
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