Es un emprendedor que convierte el barro en arte para exportar

Artista andino alfarero propone crear Escuela de Arte en Cerámica

Su misión es enseñar a los jóvenes del campo para que sean exportadores de materia prima y no migren a las ciudades.


Walter Melendres junto a su esposa durante la XXII Expoartesanías corferías 2012 en Bogotá Colombia.

Cuando más materia prima sin valor agregado sale del país, Walter Melendres, reconocido artista andino alfarero de Jesús de Machaca provincia Ingavi del departamento de La Paz, convierte el barro en arte para exportar. Sin dejar de innovar sueña en abrir una Escuela de Artes en Cerámica en su pueblo y propone a la Gobernación impulsar distintas actividades que revaloricen la cultura y las artes.

Nació en el canton Khonkho Liki Liki Jesús de Machaca, provincia Ingavi, toda su familia era fabricante de cerámica, al ser hijos de artesanos aymaras, su abuelo fabricaba techos de teja y ladrillos para casas, su padre fabricaba ollas, fuentes y cántaros para uso familiar.

Comenzó a sus cinco años a palpar la arcilla elaborando sus propios juguetes de barro, a los 8 era muy hábil transformando la masa de cerámica pero a sus cortos 12 ya era maestro y vendía sus obras de arcilla.

A sus 14 quedó huérfano, pero eso no fue un obstáculo porque como hermano mayor tuvo que estar al cuidado de sus hermanos menores y de esta manera llegar a ser empresario logrando exportar el barro boliviano con valor agregado.

“Vendíamos nuestro producto a las pocas tiendas existentes, pero el año 77 realicé mi primer contrato con cerámica estilo tihuanakota. Casi 90 personas del canton participaron para cumplir con el pedido, pero al no embalar correctamente, un 75 por ciento de los productos llegaron manchados por el papel periódico que envolvimos” recordó cuando perdieron este contrato que tenía una duración de diez años

RETORNA A SU PUEBLO

Pese a esta mala experiencia siguió adelante, solamente estudió hasta 5to básico, pero luego de cumplir con el cuartel y trabajar en diferentes oficios, decidió retornar a su pueblo para dedicarse exclusivamente a trabajar en cerámica, técnica que le fue transmitida por su padre.

En la gestión 1987 incorporó el esmaltado y envidriado en sus productos, pero gracias a la motivación que le dio Marilin Sanjines, innovó en miniaturas a los que llamó “ T´ilinchos”. De esta manera si de un kilo de arcilla salía un plato de 30 por 30 de esa misma cantidad sacaba cien miniaturas.

A partir de ese año fue mejorando la mano de obra y posteriormente compró su propio horno. Recibió invitación para participar en una feria de exposición en Alemania para hacer conocer al mundo la cerámica boliviana de calidad. Pero la falta de experiencia ni tener herramientas para negociar como son los catálogos y tarjetas personales le obligó a retornar pero para la siguiente invitación fue mejor equipado logrando así su primer cliente que fue Estados Unidos, luego México y España- también en esta oportunidad logró entrar al catálogo mundial y cumplir con los pedidos.

“Esas veces no había email sino fax pero los clientes me enseñaron a innovar y competir con la competencia”, señaló este exitoso emprendedor cuando la competencia según Melendres es la que le lleva adelante. Este artista que moldea el barro afirma que para el 2015 ya cuenta con 15 nuevos modelos para exportar.

ANIMA A JÓVENES A SER EXPORTADORES

Los innumerables reconocimientos recibidos desde 1989 hasta la fecha de universidades, Cámara de Exportadores, cooperación y otros si bien son un aliciente para seguir trabajando, Walter Melendres considera que su principal misión es enseñar a la gente joven y que los bolivianos y bolivianas seamos exportadores de materia prima.

Cuando actualmente recibe ofertas para trabajar en Colombia y Brasil este último envió la mascota del mundial del futbol como souvenirs trabajado en cerámica, prefiere seguir trabajando en el país. El taller que actualmente emplea a 18 jóvenes en su mayoría mujeres de su pueblo y de la ciudad de El Alto, también fue escuela para cerca de 60 jóvenes de los cuales emprendieron en este mismo rubro. Durante el año Cerámicas Walter exporta a 22 países, próximamente llevará el nombre de Bolivia a una feria en Colombia, si bien la competencia más grande es México, Perú y Ecuador, este artista-también viene trabajando a nivel industrial pintando azulejos, pintando cuadros en cerámica, randas de baño y otros.

A pesar de los éxitos alcanzados, uno de los sueños de este artista de la cerámica es promover una Escuela de Artes en cerámica en su pueblos Jesús de Machaca provincia Ingavi, “Mientras más personas tengan el conocimiento de la técnica de cerámica revalorizaremos la cultura ancestral y prefiero trabajar en conjunto y con todos compartir este conocimiento” precisó.

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