Publicidad

    



[Erika J. Rivera]

Ideales griegos y realidad actual en el campo de la educación


La Grecia clásica acuñó un ideal irrenunciable para la cultura occidental: la educación en cuanto formación (la paideia) es la perfección del espíritu. Werner Jaeger, el autor de la conocida obra que lleva ese título (Paideia) afirmó que el pensamiento griego sobre el Estado conduce en última instancia a la “creación de la idea occidental de la libre personalidad y humanidad, la cual no se basa en ningún estatuto de los hombres sino directamente en el conocimiento de la suprema norma”. Esta suprema norma es el conocimiento. Paideia es un término vago, pero puede ser entendida como civilización, cultura, tradición, literatura y educación. Apoyándome en Jaeger, afirmo que paideia es el proceso de construcción consciente del ser humano.

Los pensadores clásicos como Sócrates, Platón y Aristóteles atacan la indiferencia moral de la retórica propagada por los sofistas y su puro formalismo. Curiosamente estas cualidades hicieron de la retórica un valioso instrumento para la lucha sin escrúpulos que es la vida política. Los clásicos por el contrario sostuvieron que la única retórica verdadera es la filosofía. Entonces la educación política es el ideal panhelénico: educar críticamente para la vida política.

Por todo lo expuesto, considero que en Bolivia debemos utilizar y aplicar estos argumentos porque la educación no es algo individual sino que pertenece por su esencia a toda la comunidad. La educación es el producto de la conciencia viva que rige una comunidad. Debemos aplicar en Bolivia una educación con conciencia de nosotros mismos en la búsqueda de transformaciones cualitativas para lograr convertirnos en sujetos libres, críticos y racionales para construir un mejor país.

En el ámbito local también se ha reflexionado sobre la educación. Según Blithz Lozada Pereira, la ideología liberal concibió a la educación como una labor estratégica de responsabilidad del Estado y le tocó la tarea histórica de reencauzar los enfoques y métodos de enseñanza del conservadurismo que duraron hasta fines del Siglo XIX. Dentro del marco de la reforma liberal bajo la presidencia de Ismael Montes, el método de enseñanza fue establecido como gradual, concéntrico, intuitivo y activo. El programa liberal buscaba “redimir” al pueblo instituyendo la educación física, remodelando su conciencia e influyendo en su virtud. Fueron exaltados el intelecto y las actividades empíricas, la enseñanza de la civilidad moderna y de las buenas costumbres, la “esbeltez” como condición docente, y los tests como índice de cientificidad, como nos dice Lozada Pereira en su libro La educación del indio en el pensamiento filosófico de Franz Tamayo (La Paz 2010).

Considero que Alcides Arguedas no estaba lejos de estas apreciaciones. Él, al igual que la ideología liberal de su tiempo, consideraba que la educación era el problema primordial del Estado. Pienso que Arguedas nos orienta a una filosofía de la educación con conciencia, para que los principios racionales se constituyan en una necesidad del espíritu. Realizó una crítica conciencial de nuestro desarrollo material, porque su idea de progreso no se limitaba a la falta de infraestructura de nuestro país sino también a la falencia del ámbito educativo. Sus argumentos nos orientan a reflexionar sobre la seriedad de implementar una filosofía de la educación que consolide un proyecto de país, con visión progresista y racionalista. La obra “Pueblo enfermo” recurre constantemente a problemas educativos. Para Arguedas el progreso consiste en ilustrarse y aprender. “Y el progreso consiste, después de todo, en eso, o una parte del progreso: ilustrarse, aprender y enriquecerse. El progreso es cabal y completo cuando a esto se añade otra cosa: perfeccionarse moralmente […]”. Para Arguedas el progreso no era una cuestión de apariencia o de moda. No se trataba de imitar a una sociedad de consumo. Por ello se expresó favorablemente sobre las reformas educativas del pueblo turco. No hay duda de que en el pensamiento de Arguedas está atravesado por el núcleo de la formación educativa.

Es evidente que la crítica arguediana es contundente y aguda. Ahora es comprensible porque en el transcurso de generaciones los intelectuales se han dedicado a consolidar un anti-arguedianismo, argumentando que Arguedas habría pregonado un racismo y una jerarquía étnico-cultural. A esto contribuye también la descalificación de la filosofía de la educación liberal. Sin embargo, considero que la filosofía de la educación en Arguedas y sus concepciones pedagógicas son rescatables, porque visualizan nuestras falencias y debilidades. Solo lograremos superar nuestras falencias cuando tomemos conciencias de ellas.

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (793 Kb)      |       PDF (488 Kb)



Caricatura


Sociales

Bienvenida a delegación de Qing Dao

Los asistentes a la recepción ofrecida por los esposos Chin Wan Tsui y Wang Nian Qing.

Residentes chinos celebraron "Fiesta de la primavera"

Chen Yin Yi, Wang Nian Qing, el embajador Liang Yu y el consejero político de la Embajada de China, Li Jianying, durante la entrega de un cuadro a la Asociación.


Publicidad