Suman datos que comprueban pertenencia de islas bolivianas

Bolivia nació con derechos sobre Angamos, Lagartos, Paquisa, Santa María, Sorjillo y otras menores en el océano Pacífico.


Referencia de las islas sobre el Trópico de Capricornio, entre los paralelos 23 y 24.

A través de las páginas de El DIARIO, en su edición del pasado domingo 13 de abril, se revelaron nuevas pruebas sobre la pertenencia de al menos seis islas en el océano Pacífico para el país. Otro texto que llegó a esta sala de redacción y que data de 1851 corrobora que el departamento del Litoral tuvo tuición sobre esos terrenos marítimos que no fueron cedidos a Chile bajo ningún acuerdo o documento.

El texto “Bosquejo Estadístico de Bolivia” del autor José María Dalence, escrito originalmente en 1851, es una obra que aportó con primeros estudios a la descripción del nuevo territorio de la República de Bolivia nacida tras la independencia del 6 de Agosto de 1825. Publicada en Chuquisaca por imprenta Sucre, detalla las características de los entonces departamentos de Potosí, Chuquisaca, Cochabamba, Beni, Santa Cruz, Tarija, Oruro, La Paz y Atacama o también citado como Litoral.

En el capítulo referido a ese departamento boliviano, la obra señala textualmente y en redacción de la época: “Atacama fue partido perteneciente al departamento de Potosí: el Libertador en decreto de 1º de Julio de 1829 la erigió en distrito independiente, con motivo del puerto libre de Cobija, habilitado con el nombre de Lámar. Posteriormente la ley del Congreso general de 1839 la elevó al rango de Departamento, y como tal constituye uno de los meridionales de la República. Se extiende entre 3º 38’ y 6º 28’ de longitud occidental al meridiano de Sucre; y entre los 19º 25’ y 27º 38’ de latitud Sur”.

La descripción realizada por el autor hace referencia al aspecto económico, militar y geográfico de la República naciente en un primer intento de sentar bases para el conocimiento de las nuevas generaciones, destacando la pujanza de Potosí que registra los más altos impuestos para el erario nacional, la mayor población, de un total nacional de 2.128.896 habitantes para 1847, y las condiciones mineras que le hicieron llamar capital del mundo.

Ya en el tema de las islas bolivianas, Dalence agrega el capítulo descriptivo “huaneras” que constituye el nuevo aporte para que el Estado boliviano vaya afirmando una nueva ala de reivindicación, paralela o complementaria, a la demanda marítima.

“Principiando por la extremidad sud de la costa Boliviana, las primeras Huaneras que se encuentran a la latitud de 25º son las conocidas con los nombres de Isla de Cobre, Lagartos, Nampa, Santa maría, y Oreja del mar; en la línea Tropical la de Angamos; y por último en la punta de San Francisco latitud 219 54ºse hallan las llamadas Mamiña y Paquica, en que están los trabajos de los contratistas con el Estado; y de aquí hasta el confín boreal hay varias Huaneras, aunque poco interesantes”.

NO FUERON CEDIDAS

En una primera oportunidad, el investigador Víctor Hugo Chávez hacía recuerdo de estas islas bolivianas, incluyendo dos gráficos referenciales tomados desde satélite, en su texto de coautoría Proyecto Demanda marítima Boliviana o conocido como Libro Azul que plantea un documento antecesor al proceso que desarrolla el país ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Un mapa expuesto por Chávez en marzo de 2011 muestra el territorio comprendido entre los paralelos 23 y 24 sobre el océano Pacífico, que no fue cedido por Bolivia por ningún documento o tratado, incluido Angamos que no es el mismo de aquel que sí se encuentra en territorio chileno hacia el sur en la Patagonia.

“Hemos identificado seis islas e islotes que se encuentran perfectamente válidos. En Bolivia tenemos un mapa del siglo pasado donde se consignan dos islas, pero utilizando la metodología de la actualidad y la tecnología hemos verificado que no corresponden a los paralelos 25 y 26, pero sí aquellas que están en los paralelos 23 y 24 que son la Santa María, Guanosa, de Lagartos, entre los principales y sobre las cuales no debiera existir mayor duda porque no se encuentran consignadas en ningún documento y aún si se considerara la Conferencia que dio nuestro enviado plenipotenciario el 15 de noviembre de 1904 del mismo modo no se las menciona en esos documento y es más, se las excluye, es decir que estas islas son bolivianas”, explicó el investigador a EL DIARIO.

VALIOSOS DOCUMENTOS

Asimismo, constituyen documentos valiosos para constatar los derechos del país sobre estas islas, descuidadas desde siempre por el Estado y desiertas hasta donde se observan las referencias, aquellos expuestos por la investigadora Lizet Cossio, recientemente publicados tras una ardua indagación que incluyó un abordaje a fuentes de Europa.

“La Audiencia de Charcas tuvo jurisdicción real de hecho y de derecho hasta las costas del Pacífico, pero a la creación de la República de Bolivia se consolidó el territorio de acuerdo a la doctrina del Uti Possidetis iure de 1810, sobre la Audiencia de Charcas, consolidando la demarcación definitiva de la Nueva República de Bolivia hasta el Desierto de Atacama y las costas del Pacífico, asimismo tuvo su dominio sobre el archipiélago de islas adyacentes entre el río Loa y el Paposo”, expuso Cossio hace una semana cuando llegó al Decano de la Prensa Nacional con la valiosa información, la cual espera pueda ser solicitada por la Cancillería del Estado para abrir otro frente de reivindicación de los derechos bolivianos.

Los documentos originales que reveló Cossio están en países de Europa, incluyendo un legajo de intercambio de correspondencia oficial entre Palacio de Gobierno, primero desde Potosí, luego Chuquisaca, con una empresa privada que solicitaba tener un contrato de concesión para poder explotar el huano y salitre de las islas, además de sentar soberanía, la cual era evidentemente necesaria para esa etapa histórica del país.

La carta fechada en 1840 cita en su encabezado de solicitud al Gobierno boliviano: “Gumucio y Sanzetenea y compañía del comercio de Cochabamba ante los respetos de Vuestra Excelencia, presentándonos decimos que convenido a nuestros intereses tomar en arriendo las islas desiertas de Lagartos y Paquiza que se hallan demarcadas en la Carta de Bolivia entre el Río Loa y el Paposo, se hade servir la bondad de V.E. considerar la propuesta que respetuosamente acompañamos y considerada que sea decretada favorablemente concediéndonos el arriendo que solicitamos”.

Por: Iván R. Rada

 
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